Cuando veo tus ojos, el universo se enciende,
galaxias de emociones en tu mirada se esconden.
Son dos océanos profundos, donde mi alma se hunde,
y en sus aguas cristalinas, todo mi ser responde.
En ellos encuentro el cielo, la luna y el sol,
refugio seguro, de un hogar el calor.
Son dos estrellas que brillan en la noche más oscura,
y en su luz, a mis miedos los disuelve su ternura.
Son dos espejos donde me veo reflejado,
y en cada mirada, veo mi amor reafirmado.
Y, en ese instante eterno, mi destino se define,
y es que en tu mirada toda duda se detiene.
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